¿Cómo detectar señales de autismo en rabietas?
Queridos padres, las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil, pero en algunos casos pueden revelar señales tempranas del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Según la AAP (2022), observar patrones específicos en estas conductas ayuda a identificar cuándo buscar evaluación profesional. Recordemos que cada niño es único, y esta guía busca apoyar vuestra observación amorosa.
Diferencias clave en rabietas
- Duración e intensidad: Episodios que superan los 30 minutos con llanto incontrolable, donde las estrategias de calma habituales no funcionan
- Desencadenantes atípicos: Reacciones extremas a cambios mínimos en rutinas o estímulos sensoriales como luces o sonidos
- Comunicación no verbal: Dificultad para señalar o usar gestos durante el episodio, incluso cuando busca consuelo
Estrategias de apoyo en casa
- Mantener la calma y crear un espacio tranquilo, reduciendo estímulos sensoriales como ruidos fuertes
- Usar apoyos visuales como pictogramas para anticipar transiciones o expresar necesidades
- Reforzar la comunicación con frases simples y consistentes, validando sus emociones
- Registrar patrones en un diario: duración, desencadenantes y conductas asociadas
Cuándo consultar a un especialista
- ⚠️ Autolesiones durante las rabietas (golpes en la cabeza, mordeduras)
- ⚠️ Ausencia de contacto visual o reciprocidad emocional incluso después de calmarse
- ⚠️ Retraso en hitos del desarrollo junto con rabietas frecuentes (ej. lenguaje a los 24 meses)
- ⚠️ Dificultad extrema para adaptarse a cambios mínimos en rutinas diarias
Palabras finales
Observar con cariño y paciencia es vuestro mejor recurso. La detección temprana permite intervenciones oportunas, pero recordad: muchas características descritas pueden presentarse en desarrollo típico. Celebrad cada avance de vuestro hijo y confiad en vuestro instinto parental. Si surgen dudas, buscar orientación profesional siempre es un acto de amor responsable.
La información proporcionada tiene fines educativos únicamente y no sustituye el diagnóstico médico profesional. Si identificas señales de alerta en tu hijo/a, consulta inmediatamente con un pediatra o especialista en desarrollo infantil.