¿Cómo manejar la transición de la cuna a la cama?

La transición de la cuna a la cama es un hito importante en el desarrollo infantil, generalmente entre los 18 meses y 3 años. Este cambio requiere paciencia y adaptación tanto para los niños como para los padres. Con una planificación adecuada, puede convertirse en una experiencia positiva que fomente la autonomía del pequeño.

Señales de que tu hijo está preparado

Estrategias para una transición exitosa

Cuándo buscar orientación profesional

  • ⚠️ Si el niño muestra ansiedad extrema o terror nocturno persistente por más de 4 semanas
  • ⚠️ En caso de cambios significativos en patrones de sueño que afecten su funcionamiento diurno
  • ⚠️ Si presenta comportamientos de riesgo reiterados durante la noche

Palabras finales

Cada niño tiene su propio ritmo de adaptación. Celebra los pequeños avances con elogios específicos y mantén una actitud tranquila ante los retrocesos temporales. Esta transición, aunque desafiante, es una oportunidad maravillosa para fomentar la independencia segura de tu pequeño. ¡Confía en tu instinto parental y recuerda que esta fase también pasará!


Este artículo ofrece información general según recomendaciones de la OMS y AAP (2020-2023). La transición de cuna a cama debe adaptarse a las necesidades individuales de cada niño. Si observas problemas persistentes de sueño o conductas preocupantes, consulta inmediatamente a tu pediatra o especialista en sueño infantil.