¿Cómo manejar regurgitación excesiva en recién nacidos?
La regurgitación, o "devolver" pequeñas cantidades de leche después de alimentarse, es común en recién nacidos y generalmente se debe al desarrollo inmaduro del sistema digestivo. Según las pautas de la OMS y la AAP (desde 2020), en la mayoría de los casos, esto es benigno y mejora con el tiempo. Como padres primerizos, es normal sentirse preocupados, pero con paciencia y cuidados adecuados, pueden manejar esta etapa con confianza. Aquí exploramos causas, consejos prácticos y cuándo buscar ayuda.
Posibles causas
- Inmadurez del esfínter esofágico inferior, que permite que la leche retroceda fácilmente.
- Alimentación excesiva o demasiado rápida, lo que puede sobrecargar el pequeño estómago del bebé.
- Ingestión de aire durante la lactancia o el biberón, que contribuye a la regurgitación.
Consejos para el cuidado en casa
- Mantenga al bebé en posición vertical durante y después de la alimentación durante 20-30 minutos para reducir el reflujo.
- Alimente en cantidades más pequeñas pero más frecuentes, asegurando pausas para permitir una digestión suave.
- Realice eructos suaves después de cada toma, apoyando al bebé sobre su hombro y dando palmaditas ligeras en la espalda.
- Si usa fórmula, elija una opción estándar según recomendación médica, y verifique que el flujo del biberón sea lento para evitar tragar aire.
Cuándo consultar al médico
- ⚠️ Si la regurgitación incluye vómitos persistentes (con fuerza o en gran cantidad), consulte inmediatamente al médico.
- ⚠️ Si observa signos de deshidratación como pañales secos por más de 6 horas o llanto sin lágrimas, busque atención médica.
- ⚠️ Si hay pérdida de peso, irritabilidad excesiva o presencia de sangre en el vómito, acuda a un profesional de inmediato.
Conclusión
La regurgitación excesiva en recién nacidos suele ser temporal y manejable con cuidados simples en casa. Recuerden que cada bebé es único, y estos desafíos son parte del proceso de crecimiento. Mantengan la calma, celebren los pequeños avances y confíen en su instinto parental—usted está haciendo un gran trabajo al priorizar el bienestar de su hijo.
Este artículo proporciona información para referencia solamente y no sustituye el diagnóstico médico profesional o el tratamiento recomendado; si su hijo presenta algún problema de salud o señales de peligro mencionadas en el texto, consulte inmediatamente a un profesional médico calificado.