¿Cómo responder cuando un niño de 18 meses pega?
Ver a tu pequeño de 18 meses golpear puede generar preocupación, pero es crucial recordar que este comportamiento es una fase común del desarrollo. A esta edad, los niños exploran su mundo y aún no han desarrollado herramientas para expresar emociones complejas. Como padres, vuestra respuesta amorosa y consistente es fundamental para guiarles hacia interacciones positivas.
Posibles causas
- Frustración comunicativa: Al no poder expresar necesidades con palabras, recurren a acciones físicas.
- Exploración de reacciones: Experimentan para entender cómo responden las personas a sus acciones.
- Imitación o sobreestimulación: Pueden replicar conductas observadas o reaccionar ante entornos caóticos.
Estrategias de manejo
- Intervención inmediata y calmada: Detén suavemente el golpe diciendo "No se pega, duele" con voz firme pero serena. Evita gritos o reacciones exageradas.
- Valida emociones y ofrece alternativas: Nombra su emoción ("Veo que estás enfadado") y enseña gestos aceptables como palmadas suaves o toques gentiles.
- Refuerza conductas positivas: Celebra con abrazos y palabras alegres cuando interactúe amablemente. La AAP destaca que el refuerzo positivo es más efectivo que el castigo.
- Mantén rutinas predecibles: La fatiga o hambre suelen detonar agresión; horarios consistentes para comer y dormir reducen tensiones.
Cuándo buscar orientación profesional
- ⚠️ Si el niño muestra autolesiones frecuentes (golpearse la cabeza contra paredes)
- ⚠️ Ausencia de contacto visual o falta de respuesta al nombre según hitos del desarrollo
- ⚠️ Agresión persistente después de los 3 años sin mejora con intervenciones
Conclusión
Esta etapa requiere paciencia y coherencia. Recordad que vuestro pequeño no actúa por malicia, sino por inmadurez emocional. Cada interacción es una oportunidad para modelar empatía. Con vuestra guía constante, aprenderá gradualmente formas saludables de expresarse. ¡Confía en tu instinto parental y celebra los pequeños progresos!
Este artículo ofrece orientación general según recomendaciones de la OMS y AAP (2020-2023). La información no sustituye asesoramiento médico profesional; si observas señales de alerta mencionadas, consulta inmediatamente a un pediatra o especialista en desarrollo infantil.