¿Cómo limpiar correctamente el cordón umbilical?
El cuidado del muñón umbilical es esencial durante las primeras semanas de vida de tu bebé. Este pequeño resto del cordón umbilical suele desprenderse entre 10 y 21 días después del nacimiento. Una higiene adecuada previene infecciones y favorece su caída natural. Como padres primerizos, es normal sentir cierta inquietud, pero con estas sencillas pautas podéis cuidar a vuestro bebé con confianza.
Por qué requiere atención especial
- El muñón es una herida abierta que puede ser vía de entrada para bacterias
- La humedad excesiva retrasa la cicatrización natural
- El contacto con heces u orina aumenta el riesgo de infección
Cuidados recomendados
- Lávate siempre las manos con agua y jabón antes de manipular la zona
- Limpia suavemente la base del muñón con gasa estéril humedecida en agua tibia
- Seca minuciosamente con toques suaves usando gasas limpias, sin frotar
- Mantén el muñón al aire libre: dobla el borde superior del pañal hacia abajo
- Prefiere baños con esponja hasta que el muñón se desprenda completamente
Señales que requieren atención médica
- ⚠️ Enrojecimiento intenso o hinchazón alrededor del ombligo
- ⚠️ Secreción amarillenta, pus o mal olor persistente
- ⚠️ Sangrado activo (más de algunas gotas)
- ⚠️ Fiebre superior a 38°C (temperatura rectal)
- ⚠️ Llanto intenso al tocar la zona umbilical
Palabras finales
El cuidado del cordón umbilical suele ser un proceso sencillo que pronto quedará atrás. Confía en vuestra capacidad para proteger a vuestro bebé y celebrad juntos cada pequeño logro. Recordad que cada cicatrización sigue su propio ritmo, y pronto esa pequeña herida dará paso al ombligo que acompañará a vuestro hijo para siempre. ¡Estáis haciendo un trabajo maravilloso!
La información proporcionada en este artículo tiene únicamente fines educativos y no sustituye el asesoramiento médico profesional. Ante cualquier síntoma de alarma o preocupación sobre la salud de tu bebé, consulta inmediatamente con un pediatra o personal sanitario calificado.