¿Cómo crear una rutina de lectura para niños con TEA?
Establecer una rutina de lectura para niños con trastorno del espectro autista (TEA) puede ser un desafío, pero es fundamental para su desarrollo cognitivo y emocional. Los niños con TEA a menudo enfrentan dificultades en la comunicación y la interacción social, por lo que adaptar la lectura a sus necesidades específicas promueve un aprendizaje positivo y fortalece el vínculo familiar. Según las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), estas rutinas deben ser flexibles, predecibles y centradas en el bienestar del niño.
Desafíos comunes
- Dificultades de comunicación social, como problemas para entender gestos o expresiones durante la lectura.
- Sensibilidad sensorial, por ejemplo, incomodidad con luces brillantes o sonidos fuertes en el entorno de lectura.
- Resistencia al cambio o preferencia por rutinas muy estructuradas, lo que puede dificultar la introducción de nuevas actividades.
Consejos prácticos para el hogar
- Elija un ambiente tranquilo y sin distracciones, usando luces tenues y reduciendo ruidos ambientales para minimizar sobrecarga sensorial.
- Seleccione libros con imágenes claras, colores contrastantes o texturas táctiles, priorizando temas que coincidan con los intereses específicos del niño para aumentar el compromiso.
- Establezca un horario fijo y breve (por ejemplo, 5-10 minutos al mismo tiempo cada día), usando apoyos visuales como pictogramas para anticipar la actividad y crear predictibilidad.
- Permita que el niño interactúe con el libro a su ritmo, como tocar las páginas o repetir frases, evitando presiones y celebrando pequeños avances con refuerzo positivo.
- Mantenga la consistencia en la rutina, pero sea flexible para ajustar duración o método si el niño muestra estrés, siempre priorizando su comodidad.
Cuándo buscar ayuda profesional
Conclusión
Crear una rutina de lectura para niños con TEA requiere paciencia y adaptación, pero cada pequeño paso fortalece su desarrollo y conexión emocional. Como padres, celebren los progresos, por mínimos que sean, y recuerden que su apoyo constante es la base del aprendizaje. Con tiempo y dedicación, estos momentos compartidos pueden convertirse en una fuente de alegría y crecimiento mutuo.
La información proporcionada en este artículo es solo para referencia y no sustituye el diagnóstico médico profesional o el consejo de tratamiento; si su hijo presenta cualquier problema de salud o señales de peligro mencionadas en el texto, consulte inmediatamente a un profesional médico calificado.