¿Cómo prevenir laceraciones cervicales?
Queridos padres primerizos, las laceraciones cervicales son pequeños desgarros que pueden ocurrir durante el parto vaginal. Aunque suelen ser leves, comprender cómo reducirlas os ayudará a vivir esta experiencia con mayor tranquilidad. Recordad que cada parto es único y vuestro equipo médico os guiará en cada paso.
Factores que pueden aumentar el riesgo
- Partos muy rápidos sin tiempo para la dilatación progresiva
- Uso de instrumentos como fórceps o ventosas obstétricas
- Posiciones fetales complejas (como occipito-posterior)
Medidas preventivas recomendadas
- Masaje perineal prenatal: A partir de la semana 34, podéis realizar suaves masajes diarios para aumentar la elasticidad (consultad con vuestra matrona la técnica adecuada)
- Posiciones de parto verticales: Como cuclillas o de lado, que reducen la presión sobre el cuello uterino según la OMS
- Pujos controlados: Seguir las indicaciones de la matrona para empujar solo durante las contracciones y evitar esfuerzos prolongados
- Calor local durante el expulsivo: Aplicar compresas tibias en el periné para favorecer la relajación tisular
Señales que requieren atención médica
- ⚠️ Sangrado abundante después del parto (más de 500ml)
- ⚠️ Dolor intenso que no mejora con analgesia habitual
- ⚠️ Fiebre superior a 38°C o secreciones con mal olor
Palabras finales
Confía en tu cuerpo y en tu equipo médico. La mayoría de las laceraciones menores sanan naturalmente con cuidados básicos. Celebrad este viaje único hacia la parentalidad, recordando que sois más fuertes de lo que imagináis. ¡Felicidades por la próxima llegada de vuestro bebé!
La información proporcionada en este artículo es solo para fines educativos y no sustituye el asesoramiento médico profesional. Siempre consulta a tu obstetra o matrona sobre tu caso particular. Si tu bebé o tú presentáis alguno de los síntomas mencionados, buscad atención médica inmediata.