Qué protocolo seguir si mi hijo tiene fiebre en la escuela
La fiebre en niños es una respuesta natural del organismo que suele indicar que está combatiendo una infección. Como padres, recibir la llamada de la escuela informando que nuestro hijo tiene fiebre puede generar preocupación. Este artículo describe los protocolos habituales y las acciones recomendadas, basadas en directrices de la OMS y la AAP (2020-2023), para manejar esta situación con calma y eficacia.
Procedimiento escolar habitual
- El personal educativo suele aislar al niño en un espacio tranquilo mientras espera su recogida, evitando el contacto con otros alumnos
- La mayoría de centros documentan la temperatura exacta y síntomas acompañantes (como tos o decaimiento) para informar a los padres
- Normalmente se contacta primero a los padres o tutores legales, y si no están disponibles, a los contactos de emergencia designados
Acciones recomendadas para los padres
- Recoger al niño prudentemente pero sin demora excesiva, coordinándose con el centro educativo
- Ofrecer líquidos transparentes frecuentemente en pequeñas cantidades para mantener la hidratación
- Permitir descanso adecuado en casa con ropa ligera y ambiente ventilado
- Monitorizar la temperatura cada 3-4 horas anotando las mediciones
- Consultar al pediatra antes de reintegrarse al colegio, siguiendo las políticas sanitarias del centro
Cuándo buscar atención médica
- ⚠️ Si el niño presenta dificultad respiratoria o labios azulados
- ⚠️ Cuando hay rigidez de cuello, manchas en la piel o sensibilidad anormal a la luz
- ⚠️ Si aparece deshidratación (llanto sin lágrimas, pañales secos por más de 8 horas)
- ⚠️ Ante convulsiones, vómitos persistentes o si la fiebre supera los 40°C
- ⚠️ Cuando el niño muestra decaimiento extremo o no responde a estímulos
Conclusión
La fiebre escolar, aunque preocupante, suele manejarse eficazmente con comunicación coordinada entre familia y escuela. Mantener la calma, seguir los protocolos establecidos y observar atentamente al niño son claves fundamentales. Recuerden, queridos padres, que cada desafío de salud superado fortalece su experiencia parental. Confíen en su instinto protector y celebren la resiliencia que demuestran sus hijos durante estos episodios.
La información proporcionada en este artículo tiene únicamente fines informativos y no sustituye el diagnóstico o tratamiento médico profesional; ante cualquier problema de salud o señal de alerta mencionada, consulte inmediatamente con personal sanitario cualificado.