¿Qué hacer si sospecho síndrome de intestino irritable infantil?
Como padres, notar molestias digestivas recurrentes en su hijo puede generar preocupación. El síndrome de intestino irritable (SII) infantil es un trastorno funcional común que afecta el colon, caracterizado por episodios de dolor abdominal con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones. Según la AAP (2021), hasta el 14% de los niños experimentan síntomas compatibles. Aunque no es peligroso, requiere evaluación médica para descartar otras condiciones.
Posibles factores asociados
- Sensibilidad intestinal aumentada, donde el sistema digestivo reacciona intensamente a estímulos normales
- Alteraciones en la comunicación cerebro-intestino, relacionadas con estrés emocional o ansiedad
- Cambios en la microbiota intestinal tras infecciones gastrointestinales, según estudios de la OMS (2022)
Medidas de apoyo en casa
- Llevar un diario de síntomas durante 2-3 semanas, registrando alimentos, deposiciones y eventos estresantes
- Introducir fibra soluble gradualmente (avena, peras) y asegurar hidratación adecuada con agua
- Establecer rutinas regulares para comidas y sueño, incorporando actividades relajantes como lectura o paseos
- Usar calor suave (bolsa térmica) en el abdomen durante episodios dolorosos, máximo 15 minutos
Señales que requieren atención médica urgente
- ⚠️ Sangre en heces o vómitos persistentes
- ⚠️ Pérdida de peso no explicada o fiebre superior a 38°C
- ⚠️ Dolor que despierta al niño por la noche o localizado en zonas específicas del abdomen
- ⚠️ Síntomas acompañados de erupciones cutáneas o hinchazón facial
Palabras finales
Recuerden que cada niño tiene ritmos digestivos únicos. Muchos pequeños experimentan mejoría significativa con ajustes sencillos y apoyo emocional. La paciencia y observación amorosa que brindan son herramientas poderosas. Si persisten las dudas, consultar a un gastroenterólogo pediátrico permite obtener orientación personalizada. ¡Confíen en su instinto parental y celebren cada progreso!
Este artículo ofrece información general que no sustituye el consejo médico profesional. Ante cualquier síntoma preocupante o las señales de alerta mencionadas, consulte inmediatamente con un especialista en salud infantil.