¿Por qué mi bebé tiene resequedad ocular?
Estimados padres, notar que vuestro pequeño tiene los ojos secos o irritados puede generar inquietud. Como especialista en crianza, comprendo vuestra preocupación. La sequedad ocular (xeroftalmía) en bebés y niños pequeños ocurre cuando hay insuficiente producción lagrimal o rápida evaporación de las lágrimas. Aunque suele ser temporal, entender sus causas os ayudará a brindar alivio a vuestro tesoro.
Posibles causas
- Factores ambientales: La calefacción, aire acondicionado o climas secos reducen la humedad ambiental, acelerando la evaporación de la película lagrimal.
- Concentración visual prolongada: Al enfocar intensamente (ej. pantallas o libros), los niños parpadean menos, lo que disminuye la distribución de lágrimas.
- Desarrollo lagrimal inmaduro: Algunos lactantes pueden tener una producción de lágrimas aún insuficiente durante los primeros meses, según indican estudios de la AAP (2021).
Cuidados en casa
- Mantened un humidificador en la habitación (ideal 40-60% humedad), especialmente durante el sueño.
- Evitad la exposición directa a ventiladores, calefactores o corrientes de aire que resequen los ojos.
- Realizad pausas cada 20 minutos durante actividades que requieran fijación visual, animando al niño a parpadear.
- Consultad con vuestro pediatra sobre el uso de lágrimas artificiales pediátricas sin conservantes si lo considera necesario.
¿Cuándo consultar al médico?
- ⚠️ Enrojecimiento intenso, hinchazón o secreción amarilla/verdosa
- ⚠️ Sensibilidad extrema a la luz o frotamiento constante de ojos
- ⚠️ Visión borrosa persistente o dificultad para abrir los párpados
- ⚠️ Síntomas que no mejoran después de 2-3 días de cuidados en casa
Conclusión
Queridos padres, vuestra observación detallada es el primer paso para cuidar la salud ocular de vuestro hijo. La mayoría de casos de sequedad mejoran con pequeños ajustes ambientales y hábitos protectores. Recordad que cada niño es único, y al atender sus necesidades con paciencia y amor, ya estáis haciendo un trabajo extraordinario. ¡Confiad en vuestro instinto!
Este artículo proporciona información general, no reemplaza el diagnóstico o tratamiento médico profesional; si su hijo presenta síntomas graves o persistentes, consulte inmediatamente a un especialista en salud infantil.