¿Por qué el ombligo del bebé sangra durante la cura del cordón?
Queridos padres primerizos, la cura del cordón umbilical es una etapa normal en el cuidado del recién nacido, y un pequeño sangrado puede ocurrir durante este proceso. Según las pautas de la OMS y la AAP (2020 en adelante), esto suele ser inofensivo y forma parte de la cicatrización natural. En este artículo, abordaremos las razones comunes y cómo manejarlo con calma, recordando siempre que cada bebé es único y merece todo su amor y atención.
Posibles causas
- Desprendimiento natural del cordón: A medida que el cordón se seca y se cae, es frecuente que haya un leve sangrado debido a la separación de los tejidos.
- Fricción o irritación: El contacto con la ropa o el pañal puede causar pequeños roces que generan sangrado superficial.
- Posible infección: En casos menos comunes, el sangrado puede asociarse a inflamación, aunque esto suele venir acompañado de otros signos como enrojecimiento.
Consejos para el cuidado en casa
- Mantener el área limpia y seca: Limpiar suavemente con agua tibia y una gasa estéril, luego secar con toques ligeros sin frotar.
- Evitar fricciones: Doblar el borde del pañal hacia abajo para que no roce el ombligo, y usar ropa holgada de algodón.
- Observar sin intervenir: Dejar el cordón al aire libre cuando sea posible, y evitar aplicar productos como alcohol o pomadas, optando solo por agua limpia según las recomendaciones generales.
Cuándo buscar atención médica
- ⚠️ Sangrado abundante o persistente que no cesa después de unos minutos de presión suave.
- ⚠️ Enrojecimiento intenso, hinchazón, calor o secreción con mal olor alrededor del ombligo.
- ⚠️ Fiebre en el bebé (temperatura superior a 38°C) o signos de malestar general como irritabilidad excesiva. Si nota estos síntomas, consulte a un profesional médico de inmediato.
Conclusión
El leve sangrado durante la cura del cordón es una ocurrencia habitual que, con cuidados sencillos, suele resolverse sin complicaciones. Padres, están haciendo un trabajo increíble; confíen en su instinto, celebren cada pequeño progreso y recuerden que la paciencia es clave. Si surgen dudas, no duden en acudir a su pediatra para una guía personalizada.
La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no sustituye el diagnóstico o tratamiento médico profesional; si su hijo presenta algún problema de salud o señales de peligro mencionadas, consulte inmediatamente a un profesional médico calificado.